Con más de un centenar de órganos construidos y cerca de noventa órganos históricos restaurados, Acitores mantiene su carácter personal construyendo prácticamente todos los elementos de sus instrumentos y, muy especialmente, fabricando y armonizando su propia tubería como sello de autenticidad su trabajo.
El sonido de los órganos Acitores es dulce y profundo, con timbres brillantes pero sin estridencias, armoniosamente conjuntados sobre una base sinfónica.
Los muebles son elaborados en maderas y materiales nobles, con diseños originales y exclusivos que complementan el concepto musical y la calidad constructiva de los instrumentos creando órganos con personalidad, integrados y proporcionados al espacio que los acoge.
En la restauración de órganos históricos Acitores aplica la premisa del “respeto por la esencia antigua”, realizando un profundo estudio documental y de análisis, recuperando el máximo de material original y sobre todo “su particular forma de sonar”.